Hay episodios de nuestra historia que nos gustaría borrar de la memoria, pero sin duda, los que los vivieron, podrían darnos un matiz diferente a capítulos tan sorprendentes como el que voy a contaros y que me llevó a adentrarme en él, despúes de ojear un artículo de una revista.
Tras la dureza de la Guerra Civil, Madrid se encontró con muchas zonas totalmente destruidas, y las familias que sobrevivieron tuvieron que buscar alguna alternativa para tener un techo donde cobijarse.
Pero no eran solo adultos, a menudo, madres con sus hijos, incluso recién nacidos, que no eligieron fecha para venir a este mundo sino cuando el ciclo natural lo imponía, tuvieron que lanzarse a buscar cuatro paredes que les sirvieran de hogar.
En 1848, después que José Bonaparte construyera para Madrid el Cementerio General de Norte (1809) y del Sur (1810), algunas Archicofradías y Sacramentales de la ciudad quisieron tener sus propios cementerios para enterrar en ellos a sus afines.
Uno de estos fue el de la Sacramental de San Martín, San Ildefonso y San Marcos, construido en 1848 bajo la dirección del arquitecto Wenceslao Graviña y sobre el que hoy se erige el Estadio Municipal de Vallehermoso.
Este cementerio, ya seria digno de mención solo por su magnifica estructuración, distribuida, en torno a 9 patios cerrados, fue uno de los mejores que tuvo nunca la capital.
Pero no quiero hablar de él como última morada de los muertos, sino como refugio de los vivos, porque tras la desesperación de las familias que antes hemos mencionado, el cementerio se convirtió en un barrio y sus nichos en apartamentos para los desheredados sin hogar.
El fotógrafo Santos Yubero, dejó imágenes escalofriantes, pero rostros esperanzados, miseria y sordidez con toqué femenino, en el intento de hacer habitable los fríos habitáculos preparados para la muerte.
Es sin duda un episodio de la historia madrileña, que hoy he querido recordar, para constatar que el ser humano es capaz de superar las peores situaciones y salir de los mas profundos pozos, con optimismo y ganas de luchar.
Fuente fotográfica: Fondo Fotográfico Martín Santos Yubero, del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.(Revista Madrid Histórico).