sábado, 2 de diciembre de 2006
Que sí te callas se calla... la Libertad.
Allá por el año 1942, el muelle de Cadiz era un hervidero de marineros, viajeros y pasajeros de barcos.La gran actividad del puerto gaditano hizo geminar locales como el Salón Moderno, la Cueva del Pájaro Azul o la Sala Pay-Pay.
Las tristezas y miserias de la posguerra se coloreaban cada noche entre las plumas y los destellos de bisuteria de los espectaculos del Pay Pay.
"La calle del silencio", indispensable, necesario para los tiempos que corrían para esos hombres con alma de mujer.
Algunos tuvieron fama y reconocimiento, siempre bajo la sombra de su condición sexual :Tomas de Antequera, Antonio Amaya, Miguel de los Reyes...
Otros vivieron toda la vida con su doble máscara: de día hombres grises y fantasmagóricos pero de noche antorchas de luz y arte: el cante les hacía ser ellos mismos les concedia "la libertad".
Estoy feliz de vivir en una época en que las cosas han cambiado..como siempre debieron ser..Nunca se debió sufrir por amar, por ser artista, por ser especialmente sensible.No se debió sufrir pero menos aun se debió ser perseguido.
LA REINA DEL PAY PAY.
Pasión Vega.
En la calle del Silencio número 1
El Pay-Pay abre sus puertas irreverentes
A la hora en que hacen los grises su último turno
Cuando ya no hay por la calle nadie decente.
En la sala el humo indócil lo envuelve todo,
Caballeros disfrazados de vividores,
Marineros que a este puerto como a otros muchos
Vienen buscando el calor que dan los amores.
Sobre el escenario ya se anuncia el primer nombre
Y entre lentejuelas y plumas de cabaret,
Tras la piel, los huesos y la garganta de un hombre
Canta un corazón y un alma rota de mujer.
La reina del Pay-Pay buscó su nombre en la ironía,
Reina del Pay-Pay de noche, triste fantasma de día.
Canta, canta, no te calles, pobre loca,
Que la Lirio es aún más triste cuando sale de tu boca.
Canta, canta, nunca pares de cantar,
Que si te callas se calla,
Que si te callas se calla, se calla la libertad.
En un sucio camerino se desmaquilla
Las bombillas del espejo alumbran su suerte,
Además de la mujer que le dio la vida
No hubo amores que a su amor correspondiesen.
Sobre el escenario queda claro cada noche
La gran valentía que hay detrás de una mujer,
Y al verlo llorar descubren a su vez los hombres
Que dentro de un hombre hay siempre un trozo de mujer.
La reina del Pay-Pay buscó su nombre en la ironía
Reina del Pay-Pay de noche, triste fantasma de día.
Canta, canta, no te calles, canta,
Que los ojos son más verdes si salen de tu garganta.
Canta, canta, nunca pares de cantar,
Que si te callas se calla, que si te callas, se calla…
Canta, canta que tu canción es tu lucha,
Y la bien pagá se rinde a tus pies cuando te escucha.
Canta, canta, nunca pares de cantar,
Que si te callas se calla,
que si te callas se calla, se calla la libertad.