RECUERDO INFANTIL
Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón.
Una tarde parda y fría
de Invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado
ESCUELA
MAESTRO
¿Qué doncella se casa
con el viento?
NIÑO
La doncella de todos
los deseos.
MAESTRO
¿Qué le regala
el viento?
NIÑO
Remolinos de oro
y mapas superpuestos.
MAESTRO
Ella ¿le ofrece algo?
NIÑO
Su corazón abierto.
MAESTRO
Decid cómo se llama.
NIÑO
Su nombre es un secreto.
La ventana del colegio tiene una cortina de luceros.
Federico García Lorca
EL ANGEL DE LOS NUMEROS
Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.
Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.
Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
Ni sol, luna ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Solo nieblas.
Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4...
Rafael Alberti
GABRIELA MISTRAL
Maestrita de un pueblo dormido,
y el amor como un ocre jaguar...
Andes blancos, un valle con luna:
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era llanto...: de llanto,
congoja de un mundo que rompe en raudal
-o de risa de un niño que aprende la risa-
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era sangre...: de sangre
con vaho de pantano y amargos de sal
-o de azul en que un día se funde la nieve-
Mistral.
Yo no sé si era arena... de arena
que araña las tumbas, con el huracán
-o de oreo de valle, la tarde más dulce-
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era sombra...: de sombra
que cuaja las almas que a un vacío van
-o de suave luz tibia, entre niebla dorada-
Gabriela Mistral.
Maestrita de un pueblo dormido,
y el amor, amarillo jaguar...
Dios te hirió, porque quiso tu canto,
Gabriela Mistral.
Riberas de Chile, oh mujer, tierna roca,
Dios te hería, te hería, como un hosco mar.
Rezumabas de amor y de pena... Eso es todo.
Y nosotros te amamos,
Gabriela Mistral.
Dámaso Alonso
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.
Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.
Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.
Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón.
Una tarde parda y fría
de Invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.
Antonio Machado
ESCUELA
MAESTRO
¿Qué doncella se casa
con el viento?
NIÑO
La doncella de todos
los deseos.
MAESTRO
¿Qué le regala
el viento?
NIÑO
Remolinos de oro
y mapas superpuestos.
MAESTRO
Ella ¿le ofrece algo?
NIÑO
Su corazón abierto.
MAESTRO
Decid cómo se llama.
NIÑO
Su nombre es un secreto.
La ventana del colegio tiene una cortina de luceros.
Federico García Lorca
EL ANGEL DE LOS NUMEROS
Vírgenes con escuadras
y compases, velando
las celestes pizarras.
Y el ángel de los números,
pensativo, volando
del 1 al 2, del 2
al 3, del 3 al 4.
Tizas frías y esponjas
rayaban y borraban
la luz de los espacios.
Ni sol, luna ni estrellas,
ni el repentino verde
del rayo y el relámpago,
ni el aire. Solo nieblas.
Vírgenes sin escuadras,
sin compases, llorando.
Y en las muertas pizarras,
el ángel de los números,
sin vida, amortajado
sobre el 1 y el 2,
sobre el 3, sobre el 4...
Rafael Alberti
GABRIELA MISTRAL
Maestrita de un pueblo dormido,
y el amor como un ocre jaguar...
Andes blancos, un valle con luna:
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era llanto...: de llanto,
congoja de un mundo que rompe en raudal
-o de risa de un niño que aprende la risa-
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era sangre...: de sangre
con vaho de pantano y amargos de sal
-o de azul en que un día se funde la nieve-
Mistral.
Yo no sé si era arena... de arena
que araña las tumbas, con el huracán
-o de oreo de valle, la tarde más dulce-
Gabriela Mistral.
Yo no sé si era sombra...: de sombra
que cuaja las almas que a un vacío van
-o de suave luz tibia, entre niebla dorada-
Gabriela Mistral.
Maestrita de un pueblo dormido,
y el amor, amarillo jaguar...
Dios te hirió, porque quiso tu canto,
Gabriela Mistral.
Riberas de Chile, oh mujer, tierna roca,
Dios te hería, te hería, como un hosco mar.
Rezumabas de amor y de pena... Eso es todo.
Y nosotros te amamos,
Gabriela Mistral.
Dámaso Alonso
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya
5 de Octubre 2009, día del Maestro, podeís seguir celebrándolo en este maravilloso enlace.
Feliz día.