He de reconocer, que desde que apareció la historia del Eyjafjallajökull, (ey «isla», fjall «montaña» y jökull «glaciar»,) la fascinación me fue invadiendo.
El hecho no es solo que un poderoso volcan escupa su furia sin control, lo mágico es que diminutas particulas de ceniza, o de polvo volcánico, sean capaces de alterar el destino de tantas personas.
Algunos ya le temen, horrorizados esperan el azar de las corrientes de aire que determinan hacia donde va la nube, esa terrible imprecision de el no saber...el no controlar...
Nuestro volcán glacial, solo se ha pronunciado en cuatro ocasiones.
La primera fue en el año 500, la segunda, bastante mas importante,fue en el 1612 y expulsó un volumen de un millón de metros cúbicos de tefra.
La tercera fue en diciembre de 1821 y estuvo activo sin cesar hasta 1823.
La cuarta comenzó el 20 de marzo de 2010, el fin,no lo sabe nadie.
Es lo que hay.
El hombre con todos sus adelantos, no ha sido capaz de adentrarse en algunos misterios incontrolables de la poderosa Naturaleza y es posible que no lo haga nunca.
Y es que estas cenizas del rebelde Eyjafjallajökull se asemejan al polvo enamorado, ese que queda despues del amor.
Primero la pasión explota como el fuego, escupiendo locura y desenfreno, para terminar apagándose, pero dejando para siempre, flotando en el aire su ceniza, y alterando la vida de las personas, cuando menos lo esperas.
Sigue aqui su evolución a tiempo real.