Es la ciudad de los abuelos y los nietos.Y también de la muerte en la niebla.
El cantón de Chunchi, en Ecuador es el lugar donde se concentra la mayor tasa de suicidio infantil y juvenil de todo el planeta.
Sus padres, migrantes en EEUU o España, los dejan al cuidado de abuelos o hermanos mayores y la terrible ausencia, desamparo y abandono que sienten estos pequeños, les conduce a quitarse la vida.
Mas de 780 niños crecen sin padres en estas tierras altas donde habita la niebla, el 10% de ellos ha intentado el suicidio.
Mas cifras: desde el 2005 hubo 58 menores que pusieron fin a sus vidas.
¿Los métodos? igual de sórdidos que escalofriantes: la horca en un árbol, pólvora de petardo o estricnina, el matarratas y perros callejeros que allí denominan Perrofin.
Son los otros efectos colaterales de la inmigración, muchos padres, ni han llegado a tiempo de los entierros, pues si no se les atiende en una hora fallecen rapidamente.
Triste reseña que nos hace pensar, si vale la pena un puñado de dinero por unas pérdidas tan dolorosas.
Hay ausencias, que no suple ninguna mejora material.