Ayer celebramos en la sede del PSM la primera mesa redonda, de las jornadas organizadas para rendir homenaje a nuestro alcalde Enrique Tierno Galván, y del que se cumplen 25 años de su fallecimiento.
Los ponentes, históricos compañeros, pero también testigos de su tiempo ya que coincidieron y colaboraron con él durante su mandato.
Moderó el acto Enrique Bardaj y participaron Joaquín Leguina, José Barrionuevo y Manuel Mella. Asistiendo también Juan Barranco, comisario de las Jornadas.
Para Joaquín Leguina, Enrique Tierno era ante todo una persona responsable y comprometida.Nos relató como aguantó estoicamente un desprendimiento de retina durante un pleno sin llegar a interrumpirlo hasta su finalización.
En el tiempo de su mandato, aun con algunos flecos que detallar, llegaron al Ayuntamiento de la capital con la idea clara de lo que "no querían hacer" y esta coincidía con la mayoría del pueblo madrileño.
Hubo un entendimiento y compaginación propicio y deseado con una sociedad que necesitaba cambios.
El recuerdo de José Barrionuevo, también estuvo lleno de anécdotas personales y cariñosas.
Destacó los tres grandes rasgos de la personalidad del profesor como:
- Su gran valor civil, antepuso su compromiso político a su vida personal.
- Su capacidad para arriesgarse, aunque fuera costoso y complicado.
- La tolerancia. Un ejemplo fue ,la anécdota del crucifijo. A pesar de sus ideas agnósticas, sobre las que incluso escribió un libro, pensó que debía mantener ciertos símbolos como el crucifijo, ante la critica incluso de otros colaboradores, porque era "lo que había que hacer en ese momento."
Muchos logros y recuerdos de su tarea, que quizá no todo el mundo recuerda ahora, como que puso en marcha un plan de Saneamiento, (comenzado por la UCD), que consiguió sanear el rio Manzanares, cuya anterior inmundicia y descuido, había sido objeto de criticas incluso de Portugal, hasta donde llegaban, vía el Tajo, todos los vertidos de los madrileños.
También de su etapa, la creación del Tanatorio, novedoso servicio, que causó las gracietas a las que acostumbramos por estos lares: Asi, se presentó este servicio funerario como Un negocio que iba a dar mucha vida al barrio, y curiosamente establecido en el Barrio de la Alegría, que así se llamaba.
Especial mención también a su personal empeño por dotar a la capital de una Feria de promoción del Turismo relevante (que hoy se ha convertido en el Fitur).
Serían interminables los proyectos y logros de la época del profesor, estos fueron algunos de los mencionados por José Barrionuevo, pero también participaron invitados que enriquecieron la jornada con sus anécdotas personales.
Una maravillosa tarde, muy amena y enriquecedora, de la que podemos recaudar entusiasmo y ánimo para devolver a Madrid al lugar donde Enrique Tierno la dejó.